EDUARDO DEL RÍO (RÍUS)
PRESENTA, MIS CONFUSIONES. MEMORIAS DESMEMORIADAS.
(Después de Ríus para Principiantes, el caricaturista publica su autobiografía con la gracia que lo caracteriza, en el formato libro-historieta)
El Tío Ríus y sus Cucuruchos, ahora avecindado en el Valle oaxaqueño, y trabajando mano a mano con el teco Chico Toledo, seguro que harán cosas maravillosas. Él mismo se jubiló y eligió esa ciudad para vivir cuando su peque quiso estudiar un bachillerato de arte en Etla, y él cumplía sus ochenta productivos años. Se le ve sano, porque no come animales y duerme desnudo. Por otra parte, su obra cómica sigue siendo un fenómeno extraordinario en los anales de la historieta mexicana: ahí Los Supermachos y Los Agachados son creaciones hasta hoy no superadas.
(Foto: CONACULTA/Grijalbo)
El próximo sábado 28 de junio, Eduardo del Río “Rius”, en compañía de Jesusa Rodríguez y Ariel Rosales, presentará su libro Mis confusiones. Memorias desmemoriadas, a las 13:00 horas en el Museo de la Ciudad de México. Publicado por Grijalbo, el volumen es el recuento de hechos de quien es uno de los mayores moneros del país.
Desde una perspectiva reflexiva y humorista, el caricaturista retoma la línea que empezó con su primer ejercicio autobiográfico, Rius para principiantes, publicado hace veinte años.
Ahora con ochenta años de edad y sesenta de caricaturista, hace un nuevo recorrido a través de su vida. Desde la pobreza que vivió en su niñez, hasta el día en que conoció al ‘Che’ Guevara o a Diego Rivera; su incursión casi fortuita como ilustrador en una pequeña publicación y la más deliberada al medio periodístico nacional en medios como La Jornada, Novedades y Proceso; su amistad y enemistad con sus colegas dibujantes –contemporáneos o no.
También destaca sus fobias, aversiones, filias y gustos políticos, culturales y sociales; los personajes que ha creado y a los que les dio y le han dado vida; sus gustos literarios y musicales, su método de trabajo y los secretos del oficio que ha ejercido durante seis décadas de una vida a través del humor.
Mis confusiones es un libro indispensable para entender la personalidad de un dibujante que supo retomar la tradición de Abel Quezada y José Guadalupe Posada, para dar pie a una de las más prolíficas trayectorias dentro del humorismo gráfico de nuestro país gracias a historietas como Los Agachados, Los Supermachos y más de un centenar de libros.
Nota de Aristegui noticias
LA PRESENTACIÓN SE REALIZÓ EN EL
MUSEO DE LA CIUDAD DE MÉXICO Y ESTUVO A CARGO DE ELENA PONIATOWSKA Y
JESUSA RODRÍGUEZ.
Foto: Luis Gantus
|
Eduardo del
Río, Rius, recibe
la imagen que lo acredita como San Ateo
de
manos de la actriz y activista social Jesusa Rodríguez.
Al acto
también asistió Elena PoniatowskaFoto Guillermo Sologuren
E
Ericka Montaño Garfias
Homenaje a un maestro
En su 80 aniversario, presentó su libro Mis
confusiones. Memorias desmemoriadasRius, un ejemplo de congruencia sencilla y de fecunda sabiduría
Elena Poniatowska le entregó la imagen que lo acredita como San Ateo, guardían de los casos sin remedio y sin esperanza
Educar a los maestros para cambiar el país, propone el caricaturista
México tiene un nuevo santo: San Ateo, que no es otro que el caricaturista Eduardo del Río, Rius, quien este sábado presentó su libro Mis confusiones. Memorias desmemoriadas, en el Museo de la Ciudad de México. Fue la actriz y activista social Jesusa Rodríguez quien propuso canonizar a Rius como San Ateo, como el santo de los casos sin remedio y sin esperanza, durante este encuentro con los lectores y seguidores del monero, quien el pasado 20 de junio celebró su cumpleaños número 80, y ayer volvió a festejarlo partiendo un pastel gigante con la escritora mexicana y Premio Cervantes, Elena Poniatowska, quien escuchó la presentación del libro en la primera fila.
Fue la Poni quien entregó a Rius la imagen que lo acredita como el nuevo santo, que por cierto su único milagro es y será que todos los que asistieron a la presentación ganaron la lotería: no la de millones de pesos, sino la Lotería de la Memoria No se olvida, juego de 54 imágenes en el que los dibujos tradicionales fueron sustituidos por la maestra, el barril, la charola, Atenco, el soldado, la rata, y en el que cada vez que los jugadores marquen una carta deberán decir ¡no se olvida!
Mis confusiones, cuyo título es una parodia de Mis Confesiones, de San Agustín, es la autobiografía de Rius y en ella, adelantó el monero en un video que se proyectó como introducción, hago más referencia a mi vida privada, como ser humano, en el que habla de los libros y las revistas en las que ha trabajado, pero también de anécdotas como las de sus encuentros con el Che Guevara, Buñuel, sus viajes y sus maestros.
Cientos de personas se dieron cita para escuchar al caricaturista nacido en Zamora, Michoacán, en 1934, quien llamó a mejorar el sistema educativo en México, educar a los maestros, ser ateos y Mis confusiones “es mucho más, es un libro más bien de dentro para fuera, encontramos varios capítulos de la vida sentimental y coqueta, están todos los temas caros al caricaturista, al descreído, izquierdista, vegetariano. El gran tema de este libro para mí es el México que ve Rius que le ha tocado padecer y gozar hasta donde ha podido”, dijo a su vez el editor Ariel Rosales, quien se ha hecho cargo de los libros de Eduardo del Río desde hace 40 años.
Jesusa agradeció a Rius por sus libros, que hicieron más divertida su vida de estudiante, y subrayó que “hay personas, muy pocas en el mundo, que son ríos que fluyen y van a dar al mar de la sabiduría. Los dos ríos más grandes del país, están aquí: Elena Poniatowska y Eduardo del Río. Ese mar de sabiduría del que sólo podemos ver el infinito horizonte. Rius fluye desde hace 80 primaveras con una piel impermeable a los elogios, nos ha hecho fluir al océano de la risa y el anticlericalismo”.
Su crítica al régimen, añadió, sigue vigente y “él nos ha enseñado lo que era el RIP, la corrupción, la simulación que ahora ha regresado al poder”.
Rius es el ejemplo de congruencia sencilla y sabiduría, el más fecundo e irreverente maestro de muchas generaciones; además, en ese libro se atreve a mostrarnos parte de su vida erótica. Pero más allá de todo lo anterior hay que señalar una cualidad excepcional: su piadosa inclinación a luchar contra la hipocresía, y su misericordiosa contribución al despertar de la inteligencia y, en síntesis, su profundo ateísmo.
Por todo ello lo canonizó como San Ateo, a quien pidió en un rezo “protegernos para no caer en cualquier religión organizada, no nos dejes caer en la tentación de la ignorancia, líbranos de todo PRIAN, amén (amentadas o como sea)”.
Rius entonces habló de su pacto con el diablo, ese que le ha permitido dibujar durante 60 años y de ese encargo de volver ateos a todos los que pueda, y sostuvo que para cambiar el país hay que educar a los maestros y cambiar el sistema educativo.
Los maestros son hasta cierta forma cómplices de la mala educación que se está dando en este país, los más beneficiados son los gobiernos, los poderosos, los banqueros, la Iglesia católica, felices de que la educación se haya convertido en un desastre perfecto, recuperemos a los maestros que son el factor de cambio más importante del país, no los necesitamos en las calles, sino en las aulas.
Hay que educar también a los maestros, y lo que más necesitamos es una revolución sencilla y tranquila de pensamiento. También necesitamos educar a Chuayffet, porque desde Torres Bodet no hemos tenido un secretario de Educación que conozca de educación. No saben nada de educación y Chuayffet no es la excepción.
También es necesario resucitar a la izquierda otra vez. Tenemos que hacer muchas cosas, pero ya no cuenten conmigo, le toca a las nuevas generaciones hacer eso, cambiar un poquito este país.
Al finalizar, él y Elena partieron el pastel; Rius firmó decenas de libros, y se anunció que en julio se realizará una exposición homenaje al caricaturista en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis.
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